Hace cinco años, si me hubieran dicho que podría dirigir un blog, no me lo habría creído. Como ingeniero de software, pasaba más tiempo diseñando y escribiendo programas. Sin embargo, a priori, nada sugería que también pudiera escribir buenos artículos.

 

En retrospectiva, puedo decir que estas dos actividades tienen más similitudes que diferencias. Cuando escribes, creas, llenas un espacio en blanco, das vida. Del mismo modo, cuando diseñas un programa, creas un sistema que se utilizará a diario. Por tanto, en ambos casos necesitas comprender profundamente a tu lector o usuario.

 

Ponerte en su lugar te lleva a ser imaginativo y creativo como un pintor o un pianista. Por eso, cuando me preguntan por los fundamentos necesarios para aprender a hacer buenos programas informáticos o software, pregunto a la persona interesada si ha escrito alguna vez una carta, un cuento, un artículo, etc. Si la respuesta es afirmativa, la persona ya tiene los requisitos previos para aprender a escribir programas. Si la respuesta es negativa, puede intentar escribir un relato corto y evaluar su capacidad para crear o innovar.

 

Codificar no es más que escribir.

 

 

[Traducido de una contribucion de Jean-Patrick Ehouman]